«EncerrAdas» es una metáfora visual sobre la falta de libertad que muchas personas pueden experimentar a lo largo de sus vidas. La puerta cerrada y el cerrojo representan un espacio del que no pueden escapar, enfatizando la sensación de aislamiento. El plano cercano de la puerta, sin marco ni entorno visible, refuerza la idea de encierro.
Inicialmente concebida como una denuncia del aislamiento que sufren muchas mujeres víctimas de violencia, la obra adquiere una interpretación más amplia: refleja la opresión sufrida por cualquier persona debido a diferentes circunstancias, como una enfermedad mental, un régimen totalitario o miedos internos. La elección de una puerta antigua subraya la persistencia histórica de estos problemas sociales. «EncerrAdas» no solo transmite un mensaje poderoso, sino que también invita a la reflexión sobre la libertad y sus limitaciones.