“Interior” . Óleo sobre arpillera

Preparar un lienzo para pintar es un proceso crucial que determina la calidad y durabilidad de la obra final. Hoy mostraré cómo preparo un cuadro para pintar sobre arpillera, un tejido que ahora calificaríamos como rústico, aunque ha sido empleado durante siglos como soporte pictórico y que que aporta una textura y carácter únicos a las obras. Aquí dejo un paso a paso de mi método:

Materiales necesarios

  1. Bastidor de madera: es la base dónde montaremos la arpillera.
  2. Arpillera: la tela sobre la que pintaremos.
  3. Gesso: una imprimación que ayuda a que la pintura se adhiera mejor a la tela.
  4. Paletina: para aplicar el gesso.
  5. Grapadora y grapas: Para fijar la arpillera al marco (o clavos de tapicero, pero son menos prácticos)
  6. Martillo de tapicero: ayuda a asegurar las grapas
  7. Tenazas de tensar: ayuda a estirar la tela.

Tradicionalmente se usaba una cola animal, mayoritariamente la cola de conejo, con una carga, que solía ser el carbonato cálcico para realizar la preparación de la tela, realizándola en varias capas. Actualmente, y con la amplia gama de productos comerciales que existen como bases preparatorias, utilizo “gesso” de buena calidad, que aplico en dos o tres capas, dejando secar entre una y otra. El número de capas necesarias dependerá del tipo de trama que presente la arpillera que se va a usar; yo aconsejo comprar una tupida, ya que las que tienen trama y urdimbre muy abierto suelen presenta más dificultades a la hora de preparar y de pintar.

Paso a paso

  1. Preparación del bastidor de madera:
    • Primero, asegúrate de que el marco esté bien ensamblado y que las esquinas formen un ángulo de 90º. Es importante que esté nivelado para evitar deformaciones en la tela. Emplear bastidores que permitan colocar cuñas es fundamental para permitir futuros ajustes de tensado, que puedan ser necesarios por cambios de humedad ambiental.
  2. Fijación de la arpillera:
    • Coloca la arpillera sobre el bastidor y comienza a fijarla con la grapadora. Empieza por el centro de uno de los lados y ve alternando los lados opuestos para estirar la tela uniformemente.
    • Usa el martillo de tapicero para asegurar las grapas y estirar la arpillera lo máximo posible sin deformarla con las tenazas.
    • Antes de fijar todo el perímetro, humedece un poco y de manera homogénea, toda la superficie de la tela. Sigue grapándola al bastidor y cuándo seque, esa humedad ayudará a que quede todavía más tensa y uniforme.
  3. Aplicación del gesso:
    • Una vez que la arpillera esté bien estirada y fijada en el bastidor, es momento de aplicar el gesso.
    • Te aconsejo que des las capas en dirección contraria, esto es, una en horizontal y la siguiente, en vertical (una vez seca la primera). Así sucesivamente si son necesarias más de dos.
    • Extiende con la paletina una capa uniforme de gesso , cubriendo toda la superficie de la arpillera. Deja secar y, da una segunda capa para obtener una cobertura más uniforme y evitar que la tela absorva demasiado la pintura. Si la trama aún no está cubierta, se puede continuar el proceso.
  4. Secado:
    • Deja que el gesso se seque completamente antes de empezar a pintar. Este paso es crucial para evitar que la pintura se mezcle con el gesso húmedo.

El lienzo ya está listo para pintar. Puedes usar pintura al óleo, acrílica e incluso, yo he experimentado con acuarela con buenos resultados.

Preparar adecuadamente la superficie no solo facilita el trabajo con la pintura, sino que también contribuye a la durabilidad de la obra. Espero que este tutorial sea útil y os animéis a experimentar con la arpillera en vuestras propias creaciones.

Puedes ver algunas de mis obras pintadas sobre este soporte enhttps://madegallardo.com/categoria-producto/experiencias/sobre-arpillera/